sábado, 28 de junio de 2014

Aimé Painé.



Desandando las calles de Puerto Madero y observando los nombres de las mujeres importantes con las que han sido denominadas  esas calles, ( Victoria Ocampo, Regina Paccini de Alvear, Lola Mora y otras muy reconocidas ), llamó mi atención una, llamada Aimé Painé, ya que no tenía una idea muy clara acerca de quién había sido esa mujer, por lo que me dediqué a investigar y aquí está el resultado de la investigación.


Mujer mapuche.  
Nacida en 1943, en la ciudad de Ingeniero Huergo, provincia de Río Negro,   con el nombre de Olga Elisa Painé, ya que las leyes racistas de aquellos años no permitían los nombres indígenas,  fue separada a los tres años de su familia, y adoptada por un matrimonio de muy buena posición económica de Buenos Aires. La enviaron al Colegio María Auxiliadora de Mar del Plata donde sufría por ser una niña india que no sabía muy bien cual  era su origen. Se destacó  siempre por su hermosa voz e integraba junto a las monjas,  coros de Canto Gregoriano. Más tarde estudió canto en Academias y Conservatorios. A partir de 1972 integró el Coro Polifónico Nacional. Posteriormente, viajó al Sur buscando sus raíces donde descubrió que pertenecía a la etnia mapuche y que era nieta del  gran cacique  del lonco Painé. Desde ese momento cambió su nombre por el de Aimé Painé.
En la Patagonia descubrió que la música mapuche tenía una  verdadera atracción espiritual, que esa música provenía de la experiencia de cantar en un universo de soledad en el que se encontraba su tierra natal.
Adaptó  canciones mapuches  utilizando el trompe, el kultrun, los cascawillas,  la trutruka y del kull kull ( instrumentos sagrados mapuches). Cada una de las letras de sus canciones cuenta una historia de los mapuches-tehuelches, corriendo el velo al mundo y haciendo conocer siempre la filosofía natural de sus "hermanos":
Uso su nombre mapuche 'ilegal' y cantó en mapu-dugun,  lengua casi extinguida y  confeccionó su ropa indígena. Su sola presencia física fue un reto y una evidencia demoledora.
Luchó por la justicia y libertad de un pueblo mutilado y expoliado por siglos, con su territorio ocupado, su cultura despreciada y hasta sus nombres prohibidos,  que fueran reducidos por la fuerza de las armas a una minoría. Este desolador panorama, no fue suficiente para quebrar su voluntad y su fe en la bondad de la conciencia humana. Seguramente  esa determinación  será,   fuente de inspiración de otras muchachas mapuches, quienes fortalecidas con su ejemplo, continuaran con la tarea temporalmente inconclusa, la de lograr ser dueños de su tierra y su destino.
 Aime  tenía una capacidad vocal como pocos; pero ello no era suficiente para los sellos discográficos. Durante su  trayectoria,  no grabó ningún disco. Sería demasiado esperar   de quienes históricamente se han caracterizado por su insensibilidad y desprecio por los valores culturales  autóctonos.  Recorría a lo largo y ancho de esa Argentina, que  tanto quería y  alternaba con sus hermanos Tobas, Kollas, Huichi, Piliga, Guarani, etc., llevando el mensaje fraterno y solidario de sus hermanos mapuches. La pureza de su voz, su determinación, superación y coraje fue ganando de a poco pero sostenidamente al público y cultivando conciencias solidarias.
Como toda artista postergada, comprometida con una causa, siempre  rechazó cuando era exhibida como un elemento folclórico atractivo, en programas  incompatibles con sus principios.  Su belleza indígena  pero también su firmeza ante  condiciones de no dejarse utilizar eran continuamente cuestionadas por los medios de comunicación que la ignoraban.
 Participó en un Congreso con dirigentes de Pueblos y Naciones indígenas del mundo, reunidos en el Palacio de las Naciones Unidas de Ginebra,  lo cual la impacto profundamente, comprendiendo que  los problemas que enfrentan los  pueblos en su lucha por su sobrevivencia eran comunes. Quedo impresionada de una joven luchadora por los derechos de los pueblos indígenas de Guatemala, Rigoberta Menchu,  quien después sería consagrada Premio Nobel de la Paz.
  Unos  días después de cumplir  44 años ,   el  10 de septiembre de 1987,  muere Aimé . Estaba grabando un programa para la televisión en Asunción,  Paraguay, cuando sufrió una hemorragia cerebral. Fue operada de urgencia,  pero  no obstante los esfuerzos de los médicos por salvarla, las complicaciones post-operatorias le ocasionaron la muerte. Fue velada el martes 15 en Buenos Aires  y al día siguiente  trasladada a su tierra natal, en Rio Negro,  para darle sepultura de acuerdo al estilo y tradición de su Pueblo mapuche. Numerosas fueron las organizaciones tanto indígenas como criollas representadas y numeroso fue también el publico que se congrego para despedirla .
Su desaparición enlutó a toda la nación Mapuche. Ella,  a pesar de los obstáculos  había conquistado un lugar importante en el ámbito cultural Argentino.  Desarrolló con originalidad la música de su pueblo, resguardando con celo la raíz y peculiaridades propias de esa cultura ancestral. Como mujer mapuche reflejaba las más genuinas cualidades de las heroínas de su pueblo y desde Buenos Aires denunció, reclamó,  y conquistó a una sociedad indiferente, casi siempre hostil a los anhelos de justicia de su Pueblo.
Hoy bibliotecas, escuelas, complejos, coros y calles de la Provincia de Río Negro  homenajean a esta mujer que llevó la cultura mapuche por todo el mundo. También una imagen suya integra el Salón de la Mujer en la Casa Rosada . Que importante sería que pudiera rescatarse el material de Aimé, darlo a conocer por los medios, en los colegios y que las conciencias despertarán ante tanto exterminio, tanto olvido.


Palabras de Aime:
"Las abuelas son mis maestras y lo que aprendo se lo transmito a los niños"
 "Nosotros los mapuches somos una gran familia, hoy dividida por fronteras estatales impuestas."
"Nos es difícil mantener nuestro idioma por esa falta de respeto, esa falta de comprensión a una cultura indígena.  Cuando nos den el espacio  que como seres humanos necesitamos, entonces creo, que no va ser tan complicado".
 "Yo espero y sueño que alguna vez en Argentina, al igual que otros pueblos, nosotros Mapuches, también podamos hablar nuestro idioma y sentirnos felices de ser nosotros mismos",
"Desde la invasión española, que nos quieren salvar, hoy surgen salvadores por todos lados, mientras nuestro Pueblo sigue de mal en peor"
 "Como es posible que los siglos de heroica resistencia de nuestros antepasados, por el cual dieron su vida cientos de miles de personas, se va echar al olvido"?,
"Nuestro Pueblo no ha muerto, aun existe y seguirá  existiendo"


domingo, 8 de junio de 2014

El valle del asombro.

El valle del asombro de Amy Tan.

 A partir de mis participaciones en un grupo de facebook de lecturas conjuntas donde entre todos los integrantes votamos y elegimos un libro, en el mes de abril  leí el libro que resultó más votado:   El valle del asombro de Amy Tan ( Editoria Planeta, 2014) .
No conocía a esta escritora por lo que indagué algunos aspectos sobre su vida. Nacida en California, hija de padres chinos, se caracteriza por contar historias de madres e hijas en un ida y vuelta entre USA y China.  Es autora de siete novelas, entre las que destacan El club de la buena estrella, Un lugar llamado Nada y La hija del curandero, que han sido éxitos de venta. Sus obras han sido traducidas a 36 idiomas.
La más conocida El club de la buena estrella, se llevó al cine con gran éxito.
He leído con anterioridad algunos libros ambientados en China, los cuales me han parecido, salvo excepciones, muy interesantes. Su cultura asombrosa, su historia tan particular, sus costumbres tan diferentes a las occidentales generalmente no defraudan.
 La idea de este guión literario le surge a Amy Tan cuando un día, visitando una exposición en un museo, observa una fotografía de dos cortesanas. Esto trae a su memoria otra fotografía vista en su casa, en la cual su abuela se muestra con la misma vestimenta y el mismo peinado que las cortesanas. Este hecho dispara en Amy Tan la necesidad de indagar en el pasado de su familia, especialmente en la historia de su abuela, que será la fuente de inspiración de esta novela.


Con esos antecedentes me dispongo a leer el libro elegido: El valle del asombro.

Amy Tan tardó tres años en escribir esta obra, ya que le requirió una gran búsqueda de documentación y un intenso trabajo.
 El título El valle del asombro remite a un cuadro, y a la idea que tiene la protagonista de ese cuadro que la acompaña durante toda la vida.
Ambientada en la China de principios de Siglo XX, ( año 1912)  ese país milenario y ancestral lleva al lector por esas costumbres y la historia de aquel tiempo: la guerra de los bóxer, la caída de la dinastía ching, la abdicación del último emperador.
 La protagonista de la novela es Violeta, hija de Lulú, una estadonidense dueña de una casa de cortesanas en Shanghai. En el primer tramo la vida de Violeta transcurre en esa casa, rodeada de cortesanas chinas hasta que por una serie de desencuentros, siendo aún una pre adolescente,  termina en otra casa de cortesanas  y separada de su madre quién parte hacia San Francisco.
 Violeta en esa dualidad, mitad occidental, mitad oriental, china-norteaméricana, ese mestizaje que en China era tan discriminado o segregado, ve   transcurrir  su vida en ese mundo tan complejo donde pareciera que su sufrimiento no tiene fin. Su vida es una verdadera tragedia. La vida en la casa de las cortesanas, el conocimiento del amor, el nacimiento y perdida de su hija, el viaje a través de toda China pensando en encontrar el amor que se transforma en tragedia nuevamente. Toda su vida, salvo breves intrevalos, es un constante sufrir, que traspasan las páginas.
 A lo largo de la novela, la historia se va repitiendo cuando también Violeta es separada de su pequeña hija Flora. Y de ese modo la historia de esas tres generaciones de mujeres se entrelaza, confrontando pasados y secretos
Las protagonistas  de este libro por lo tanto  son  esas tres mujeres, madre, hija y nieta, cada una de ellas con una singularidad propia, pero con un hilo que las conecta.
Otro personaje entrañable es  Calabaza Mágica, quien será la encargada de iniciar, aconsejar y cuidar de Violeta, prácticamente durante casi toda su vida.


La vida de las cortesanas, su preparación, sus iniciaciones son relatados en la novela con demasiado detalle, quitando tal vez cierto ritmo a la obra. La preparación para la pérdida de la virginidad, la obediencia a la dueña de la casa,  el no tener más opciones en la vida, hace inferir que esas mujeres vivian en un real estado de esclavitud. Asimismo la poligamía y  el concepto de familia oriental constituyen un manual de cultura de esa parte del mundo.


 Guardé una frase, que me parece muy significativa en cuanto al conflicto cultural: Sólo los americanos pensáis que tenéis derechos —dijo Calabaza Mágica—. ¿Qué leyes del cielo os dan más derechos y os permiten conservarlos? Los derechos no son más que palabras escritas sobre un papel por hombres que las inventan y las imponen. Cualquier día se las puede llevar el viento, como si nada.” El desprecio y odio de los chinos a todo lo que es extranjero y viceversa  es un componente importante para entender  la historia de esta saga familiar, donde San Francisco y Shangai se entrecruzan permanentemente.

Considero, que si bien es una historia muy atrayente, Amy Tan cae en descripciones demasiado densas que quitan ritmo a la historia. Hay un capítulo ( el número 4) que es totalmente descriptivo de la vida de las cortesanas y realmente se convierte en algo muy tedioso. También dificulta un tanto la lectura el uso de tantos nombres raros y los cambios en el modo de llamar a partes del cuerpo o a elementos.
 Creo que si bien al final, el descenlace hace que el lector sienta a la historia como algo entrañable y emocionante, en muchos tramos la lectura se hace demasiado intrincada y densa.

Mi conclusión: Es muy interesante conocer a través de esta novela, la historia y las costumbres de China y específicamente de la vida de las cortesanas y las circunstancias de los/as mestizos. Como ya expresé, creo que le sobran páginas. Si la obra hubiera sido más sintética hubiera ganado puntos en mi apreciación.  A pesar de esto  pienso reincidir con otra novela de Amy Tan, ya que creo que es una escritora que inspira deseos de seguir leyéndola.







Super recomedable

Muy recomendable.

Recomendable.

Poco recomendable.

No recomendable.